La vacuna contra la fiebre amarilla es una vacuna altamente efectiva y segura que protege contra el virus de la fiebre amarilla, transmitido por mosquitos. Está compuesta por un virus vivo atenuado y ofrece una inmunidad duradera después de una sola dosis. Es fundamental para prevenir brotes de esta enfermedad grave, común en regiones tropicales y subtropicales, y es recomendada para viajeros que visitan áreas endémicas. Su administración es crucial para la salud pública y la prevención de epidemias.

La vacuna contra la hepatitis A para adultos es una herramienta vital para prevenir la infección causada por el virus de la hepatitis A, transmitido principalmente a través de alimentos o agua contaminados. Esta vacuna está compuesta por partículas virales inactivadas que estimulan al sistema inmunológico a producir anticuerpos protectores. Es especialmente importante para personas que viajan a regiones con alta incidencia de la enfermedad y para aquellos con factores de riesgo, como trabajadores de la salud o personas con condiciones médicas subyacentes. La vacuna generalmente se administra en dos dosis, con un intervalo de tiempo específico entre cada una, y proporciona una protección efectiva contra la infección por hepatitis A en adultos.

La vacuna contra la hepatitis B es una herramienta esencial para prevenir la infección causada por el virus de la hepatitis B, que puede provocar enfermedades hepáticas crónicas y graves, como cirrosis o cáncer de hígado. Esta vacuna está compuesta por partículas virales inactivadas que estimulan al sistema inmunológico a producir anticuerpos protectores. Es administrada en una serie de dosis, generalmente tres o cuatro, para lograr una inmunización completa y duradera. La vacunación contra la hepatitis B es fundamental para proteger a individuos de todas las edades, especialmente a recién nacidos y personas con factores de riesgo, como trabajadores de la salud o personas que requieren transfusiones frecuentes de sangre.

La vacuna SRP protege contra tres enfermedades contagiosas: sarampión, rubéola y parotiditis (paperas). Es una vacuna combinada que contiene virus vivos atenuados de estas enfermedades. Se administra en dos dosis durante la infancia, generalmente a los 12-15 meses y entre los 4-6 años de edad, para brindar una protección efectiva. La vacuna SRP es fundamental para prevenir brotes y complicaciones graves asociadas con estas enfermedades, como encefalitis, neumonía y problemas congénitos si la madre se infecta durante el embarazo. Su uso ha sido crucial para reducir significativamente la incidencia de estas enfermedades en todo el mundo.

La vacuna contra la rabia es una medida crucial para prevenir la infección mortal causada por el virus de la rabia, transmitido principalmente a través de la saliva de animales infectados, como perros, gatos o murciélagos. Esta vacuna consiste en partículas virales inactivadas que estimulan al sistema inmunológico a producir anticuerpos protectores. Se administra en varias dosis, dependiendo del tipo de exposición y el estado de inmunización previo del individuo, generalmente en casos de mordeduras o arañazos de animales sospechosos de rabia. La vacunación contra la rabia es fundamental para prevenir la enfermedad en humanos y es especialmente importante para profesionales de la salud, veterinarios y personas que trabajan en áreas donde la rabia es endémica.